martes, 25 de febrero de 2014

Las cosas obvias (II): Planificar el menú

Hola! Acá estoy! No den a este blog de baja aún, no está muerto quien pelea. Es verdad que el regreso a la rutina y al mundo laboral no han sido del todo fáciles, y que las cosas no esenciales, como un blogcito que recién empieza, han tenido forzosamente que dejar paso a lo urgente, pero aquí estoy!

Estoy contenta porque las rutinas y sistemas que empecé a idear hace unas semanas se siguen manteniendo. Algunas noches más puntillosamente que otras, es cierto, pero la base está. El tema del perchismo me hace absolutamente feliz. El domingo estuve un rato a la noche 'trabajando' en eso, y armé más de 10 perchas. Nada mal.

Sigo lavando los platos a la noche y dejando mis cosas del colegio, las cosas del jardín y el uniforme del bebé preparados arriba de la mesa, y no tuve que correr ni una sola mañana. Felicidad total.

Mi marido hace la cama a la mañana después de que yo me voy, y les aseguro que volé el perfeccionismo bien lejos al darme cuenta de lo lindo que es volver a casa y tener la cama bien hecha, aunque no sea al 100%.

Todas pequeñas prácticas que en suma me aportan paz mental, que es exactamente lo que necesito para funcionar día a día. Todavía falta el gran desafío de empezar las clases, donde el cansancio se va a multiplicar seguramente, pero cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él.

La última vez hablé de la importancia de que cada cosa tenga un lugar designado y específico, para poder devolverla ahí después de usarla.

A mí las cosas que me preocupaban eran:

1. Los controles remotos. Son 4 los que andan dando vueltas. En la foto hay 2, lo que prueba que el sistema no es perfecto. O en realidad sí: cuando están en uso, andan por cualquier lado, pero cuando tengo que ordenar, ya sé exactamente adónde van. La cajita, además, tiene valor sentimental porque fue el regalo que me hizo una amiga con sus propias manos para Navidad.


2. Las washi tapes, que no son 300, claro que no. Terminaron en exposición en mi cuarto, sobre un mueble donde tengo todos mis artículos de librería/docencia/crafter wannabe. No las uso, es cierto, pero me encanta mirarlas.


3. Los aros. También tengo bastantes, y no los usaba porque no practicaba el perchismo y porque no los tenía lo suficientemente a mano. Así que reutilicé mi corcho de la adolescencia, adonde solía poner canciones suicidas de Radiohead o ese tipo de cosas, y lo llené de aros. La idea original era forrarlo con una linda tela, pero bueh: temporalmente, digamos por un par de décadas, quedará así.



El tema que nos convoca hoy, sin embargo, es otro. Es la segunda recomendación del booklet 
Project Organize Your ENTIRE Life: The Quick Start Guide, y es algo que me hace sentir muy organizada y no practicaba por fiaca. ¿Ya adivinaron? La segunda de las prácticas más basicas para una vida organizada es...

Planificar el menú!

Es algo que consume poco tiempo y aporta enormes beneficios. Yo lo hago consistentemente desde que volvimos de las vacaciones este año, y pretendo seguir haciéndolo. Les muestro mi método:

Paso 1: Me despierto el sábado a la mañana. Me quedo en la cama todo el tiempo que mi marido y mis hijos me lo permitan. Me resigno. Me levanto. Preparo desayunos. Con mi taza en la mano, me siento a la mesa y preparo esto:

"Esto" vendría a ser:
a. La pizarra con imán (de Reina Batata) donde escribo las comidas con marcador de pizarra.


b. La lista de compras (de NotAToc), que llevaré conmigo al supermercado.


c. Mi agenda, donde voy anotando la patética lista de las pocas comidas que sé cocinar: (PATÉTICA)


y D., el inventario de heladera y freezer, donde marco qué reservas tenemos.

Paso 2: Con todo esto listo, empiezo por asignar espacios para cada día y comida. Nosotros no estamos en casa a la hora del almuerzo, así que solo me tengo que preocupar por la cena. Por eso prefiero planificar dos semanas cada vez. Una vez hecho esto, fundamental, anoto los cumpleaños que harán que no me tenga que preocupar por cocinar esa noche.


Paso 3: Mirando el inventario para ver qué tenemos, pero sin olvidar el pequeño detalle de que sé cocinar 4 pavadas nada más, empiezo a armar el menú. Los domingos a la noche tienen un lugar especial en mi corazón porque es el día en que comemos todo lo que quedó de lo que comimos en la semana. Arrancamos el lunes sin tuppers en la heladera! Si no llegara a haber comida sobrante, enseguida nos arreglamos con una sopa de arroz, y a la cama.


Paso 4: Con el menú armado y el inventario en la otra mano, armo la lista de compras. Compro solo lo que voy a necesitar para cocinar esas dos semanas, más los extras como leche, yoghurts, cosas de limpieza, galletitas, bueh, se entiende.

Paso 5: Venzo mi fiaca y voy al supermercado, sola o acompañada por mi hijo mayor, vuelvo y guardo todo en el momento, lo cual me cuesta muchísimo!

Paso 6: Sigo el plan! Solo tengo que acordarme de mirarlo con un poquito de anticipación por si hay que descongelar algo con tiempo o por algún motivo faltó comprar algo.

Desde que hago esto, no pedimos comida ni comimos afuera "de urgencia, porque no hay nada en casa" ni una sola vez. Por ende, gastamos mucho menos en comida. Nada se echa a perder, porque hay un día asignado para comer lo que queda. Puedo estar tranquila sabiendo que siempre voy a tener qué cocinar, y no dedico ni un segundo de mi día a preocuparme por este tema. Me ocupo y ya.

Ustedes, ¿planifican qué van a comer? ¿Cada cuánto? ¿Tienen un momento de la semana para hacerlo? ¿Siguen algún método en particular? ¿No lo hacen pero les gusta la idea? Prueben! No se van a arrepentir!

4 comentarios:

  1. Hola, yo nunca planifico, siempre estoy llamando el domicilio para que me saque del apuro...pero me caería muy bien planificar el menú, los beneficios son miles.

    Un abrazo

    Pd. No tienes 300 washitapes, pero vas para las 100!, jajaja ;)

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  2. sabes que no tengo ninguna washi!!
    tengo un año de muchisisismos alumnos y mchas corridas voy a poner en practica lo de las perchas, los bolsos preparados y esto de la comida. lo bueno no es solo la organización, el tema de las compras también es mas fácil darse cuenta si estas comiendo lo mismo muy seguido. después te cuento como me va.

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  3. Awww bueno yo vengo a comentar el post del orden de un lugar para cada cosa, que vengo aplicando a full, y me resultó súper útil Ana, sos una genia resumiendo!
    No te puedo explicar la fiaca que me daría ponerme a investigar sobre organización, leer tu experiencia es la so-lu-ción a mis problemas!
    Creo que la excepción va a ser el tema de las comidas, porque es mi cable a tierra y además a los 2 nos gusta cocinar.
    El perchismo lo aplico desde el post de R.Cotorra, un nuevo mundo!! Jaja

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  4. Increíble tu organización del menú, en casa siempre es un caos, la heladera siempre está vacía y los varones se comen hasta la última miga. Yo tengo que pensar almuerzo y cena, cuando los chicos están con su papá termino por comer cualquier cosa, un desastre, en fin...

    (cómo envido tus washi tapes!!!)

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