Una de las
primeras enseñanzas que recibís cuando empezás a leer sobre organización es
que uno de nuestros principales enemigos es el perfeccionismo. Esa idea de que
si no va a quedar perfecto, para qué me voy a gastar. Si solo voy a tener
tiempo de planchar 15 de las 35 camisas que tengo apiladas arriba de esa silla,
mejor me quedo en Facebook otro rato, porque total para qué. O en otro ejemplo,
si me puse a dieta pero a la tarde me comí una medialuna, para eso me como toda
la docena y vuelvo a empezar mañana, porque ya que rompí la dieta, mejor la
rompo bien. Un pensamiento que no me es ajeno para nada, debo decir, pero que
hay que combatir.
En
cuestiones del quehacer doméstico, en realidad, mi perfeccionismo pasa más por
cómo hacen las cosas los demás. Nunca estoy tan satisfecha con el resultado
como cuando hago las cosas yo misma. Pero claro, después me quejo de que hago
todo sola. Ahí mi marido se ofrece a ayudar y hace todo tan distinto que dejá,
dejá, yo puedo. Y el ciclo vuelve a empezar.
Por eso,
una de las primeras medidas que me impuse al empezar a pensar en esto de la
casa organizada aún con el ritmo vertiginoso que va a tener mi vida este año,
es que tengo que empezar a aceptar el trabajo y el esfuerzo de los demás como
lo que es: válido y útil.
Mi marido
no hará la cama como a mí me gusta, dispondrá la vajilla en el secaplatos de
una manera que a mí me parece insólita, vestirá a los chicos con literalmente
lo primero que encuentre. Pero en vez de concentrarme en lo que a mí me parecen
fallas, voy a ver lo importante: que tengo un marido dispuesto a hacer todas
esas cosas con buena onda y las mejores intenciones.
¿A alguien
más le pasa eso del perfeccionismo? ¿Lo intentan combatir? ¿Cómo toman la ayuda
de los demás?
PD: Empecé
muy mal con el tema de contestar comentarios, ya mismo me pongo en eso!
Tal cual me pasa, el perfeccionismo paralizante, lo quiero hacer todo sola pero ni siquiera comienzo...
ResponderEliminarDijeron perfeccionismo?? Presente!!
ResponderEliminarme pasa igual, la unica que hace las cosas bien soy yo pero la verdad es como decís ... muy estresante
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