viernes, 31 de enero de 2014

Trapitos al sol


Este es mi lavadero, donde lavo mi ropa escuchando música new age:


Ja. NO. No lo es. Mi lavadero hoy en día es un lugar oscuro y horrible, espeluznante, que asusta niños y ahuyenta a cualquier persona con un poco de sentido de lo estético. Pero no lloren por mí, porque hay grandes planes de cambiar esa situación. Con unos cuantos vientos a favor, quizás algún día pueda tener uno como ese (sacado de acá), o como este de acá abajo:


 (Fuente)

Pero esa no es mi realidad actual, y hay que trabajar con lo que tenemos: un lavadero/garage impresentable, un lavasecarropas Longvie y 4 personas que insisten en usar ropa.

Mi lavasecarropas fue un capricho derivado de tantísimas horas leyendo blogs americanos que hablan siempre del washer y el dryer. Yo quería eso! Meter ropa sucia y sacar ropa limpia Y seca! No más colgar y descolgar en la soga! Finalmente mi santo marido accedió, y pasó a ser una parte fundamental de mi felicidad en invierno.



Porque la realidad es que no todo es color de rosa con el don lavasecarropas. Tiene 3 grandes desventajas:
1. La ropa sale seca y calentita pero requetecontra muy arrugada, y, según la prenda, a veces un poquitín más chica de lo que entró.
2. Tarda mucho en completar el ciclo, alrededor de unas 5 horas, entonces
3. Es antiecológico porque gasta mucha energía!

Por eso, en general, prefiero usarlo en invierno, cuando la lluvia y los días grises hacen que secar la ropa en la soga no sea una opción. Es la única manera de asegurarme tener siempre uniformes listos. En verano, donde no hay uniformes que cumplir, casi siempre recurro a la clásica soga.

Sea cual sea el método de secado elegido, la realidad es que con la llegada de mi segundo hijo se hizo evidente que necesitábamos organizarnos mejor en todo, incluyendo el lavado de la ropa. Por eso, además del canasto que tenemos en el baño para los adultos, agregué dos más chicos en el cuarto de los niños, así cada uno tiene el suyo y puedo lavar por separado.

No sé cómo se organiza cada uno para lavar; supongo que hay gente que prefiere sacarse todo de encima en un solo día de la semana y después no pensar en ropa sucia por 6 días más, pero eso acá sería imposible, así que opté por hacer un lavarropas por día y asignar a cada día un tipo de ropa específico:

L: Toallones
M: Ropa nuestra
M: Ropa interior nuestra
J: Sábanas
V: Ropa de hijo mayor
S: Ropa del bebé (que generalmente requiere tratamiento previo al lavarropas)
D: Ropa nuestra

Sí, las sábanas y los toallones se lavan solo una vez a la semana. Más no puedo. Y este sistema me permite no pensar en qué lavar cada día, sigo la lista y ya. También me asegura que todo se lavará al menos una vez a la semana, y finalmente, hace que no me estrese cada vez que paso cerca de los canastos pensando que tengo que lavar la ropa.

Ahora que estoy de vacaciones, prefiero hacerlo ni bien me levanto y sacármelo de encima. La prueba real va a ser cuando vuelva a trabajar, a ver cómo me organizo. 

Lo que sí sé es que en mi lavadero de ensueño, voy a incluir estos vinilos:



Porque ahora que estoy organizada, estaría buenísimo hacerme experta en lavar, y recibirme por fin de madre completa!

3 comentarios:

  1. Yo tambien lavo toallas y sábanas una vez por semana. Es un crimen? porque lo dijiste como si hubiera gente que se horroriza con lavar solo una vez por semana.

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  2. Y... que la hay, la hay! Pero crimen no es, eso seguro!

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    1. jajja que hagan fila, no pienso cambiar la rotacion de sábanas

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